El Invitado (Safe House)

El Invitado: A la caza de un nuevo Bourne

Hace meses pudimos ver en España Dinero Fácil, una de las películas suecas más taquilleras de todos los tiempos y la primera de Daniel Espinosa que logra proyección internacional. En ella el director dejaba muy claro un estilo que huye de la espectacularidad y que gusta de ver a personajes sufrientes y algo más profundos de lo que podríamos esperar a primera vista.

 

En El Invitado (Safe House en inglés) Espinosa «se vende» un tanto, en aras de sacar adelante una cinta de acción algo más que previsible y colocarnos un par de horas de entretenimiento indoloro.

 

Ryan Reynolds y Denzel Washington en El Invitado

 

 

A la caza del nuevo Bourne:

 

En febrero se estrena esta cinta de espías con la CIA como principal protagonista, en marzo llega Indomable (Haywire) en la que la protagonista será un ex-agente de operaciones especiales del ejército y, para rematar, en agosto se estrenará El Legado de Bourne, con ciertos aires de novedad al no repetir más que algunos actores de la trilogía original. Está claro que Hollywood está buscando a un nuevo Bourne que reviente las taquillas con tres patadas bien dadas y algunos requiebros de guión.

 

El problema es que Bourne ofrecía un cóctel de violencia, giros de guión y profundidad de los personajes que El Invitado no llega a captar. Cierto que Espinosa otorga a los personajes de sus películas de determinado fondo que es de agradecer y cierto que no abusa de la violencia, pero cuando recurre a ella lo hace con realismo y de una manera muy efectiva. Sin embargo el guión que firma David Guggenheim es tan increíblemente plano que el espectador sabe lo que va a pasar desde el minuto uno.

 

Marcando estilo:

 

En Dinero Fácil Espinosa dejó muy claro que su estilo a nivel visual pasa por una imagen «sucia», con grano, que le aporte a la cinta un toque de realismo. En El Invitado, el director sueco vuelve a recurrir a ello y el resultado es muy atractivo. Ciudad del Cabo se siente cerca tanto bajo el sol abrasador como en la noche oscura del township de Langa (uno de los vestigios del apartheid).

 

En el cásting también ha sido igual de meticuloso que en sus anteriores trabajos. Así, la elección de Denzel Washington (muy inquietante en su papel de Tobin Frost) como la de Ryan Reynolds (que esta vez decide actuar bien para variar) tenía el claro objetivo de juntar en pantalla a un actor experimentado y a otro «novato e ingenuo«, más o menos como los personajes que les toca interpretar. El director tampoco ha querido olvidarse del trabajo que le dio la fama y en esta cinta repiten Joel Kinnaman y Fares Fares, aunque en papeles de menor importancia.

 

 

Denzel Washington en El Invitado

 

 

Recordando Arma Letal:

 

Decir que esta película me ha recordado a la mítica saga de Mel Gibson y Danny Glover puede llevar a que penséis que he perdido el juicio, así que habré de explicarme.

 

Arma letal 2 vio la luz en 1989, una época en la que el apartheid de Sudáfrica estaba en boca de todos y en la que había manifestaciones frente a sus embajadas en todos los países del mundo. Shane Black (futuro director de Iron Man 3) vio claro que todo ese movimiento de «indignados» tenía que verse reflejado en la película y así fue, de una manera completamente explícita.

 

Han pasado más de 20 años y ahora le toca al país del apartheid escenificar para una película los movimientos de indignación ciudadana que se repiten en el mundo real por todo el globo. Así, una manifestación ciudadana motivada por la crisis y el paro cierra el círculo que abrieran en los 80 Gibson y Glover.

 

En resumen:

 

Película comercial, fácil de ver, de digerir y de olvidar. Ideal para una tarde de domingo sin planes y sin ganas de pensar. Por lo menos la música de Ramin Djwadi (Iron Man, Juego de Tronos) sigue en un nivel alto de calidad.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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