Rango: Este camaleón no es para niños

Johnny Depp es un camaleón, literalmente. Y es que Rango, su personaje en esta película, es un animal de dicha especie que, obligado por las circunstancias, realiza un viaje de autodescubrimiento.

Aquí Depp no se limita a poner la voz del personaje, realmente lo interpreta. Durante las sesiones de doblaje de la película, los actores recreaban las escenas para dotar de mayor realismo a lo que decían los animales. Así, los gestos e interacción de unos con otros se refleja en las voces y se transmite a los personajes.

Gore Verbinski ha querido hacer un film para el lucimiento de su protagonista, a quien le ha dado libertad absoluta para definir el carácter del pequeño camaleón, que, en su forma de ser, se ve muy influenciado por la arrogancia y propensión a meterse en líos de Jack Sparrow y también por Raoul Duke (Miedo y asco en Las Vegas, 1998), de quien toma incluso prestada su vestimenta.

Rango

La película juega en todo momento con el espectador y va mudándose de un género a otro. Comienza con Rango entonando un soliloquio en el que divaga sobre la actuación y su propia identidad para luego abrazar el western más clásico (su propio ‘Clint Eastwood’ incluido) y terminar convertida en un film de aventuras.

Este complicado recorrido conlleva el pago de un peaje. La cinta puede hacerse un pelín larga, no obstante dura 107 minutos, y algunas escenas podrían haberse acortado sin miedo a que fuera en perjuicio del resultado final. Además, esta multiplicidad de géneros obliga al film a apuntar varias direcciones que después no sigue.

Al margen de esto la película es muy entretenida y visualmente pocas veces se han visto a unos personajes con tantas texturas. No tiene nada que envidiar a la todopoderosa Pixar.

Quizás el mayor problema de Rango sea que se dirige al sector equivocado. El film, al menos su campaña promocional, va dirigida a un público meramente infantil, para un consumo familiar si queremos. Pero en el fondo no es una película para este tipo de espectador.

La película está cargada de referencias cinematográficas (un ejemplo es la propia aparición de Raoul Duke al poco de comenzar) y el guión (hasta su desenlace) no destaca por seguir el esquema Disney/Dreamworks: dramas existenciales, corrupción, honor… Esto lleva, de forma casi segura, a que el niño que vaya a verla disfrute con las imágenes y el simpático camaleón pero que esté preguntando que sucede en la pantalla a cada minuto.

Rango

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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